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Es posible curar sin recetar

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Desde el coche, en una larga avenida de la linda ciudad de Puebla, México, una amiga lee un espectacular con una foto de un hombre y una frase en gran letras: “Cuando el médico comprende a su paciente, cura sin receta”.

Esa frase nos llamó mucho la atención, y después descubrí que, con autoridad, el Dr. Antonio Cruz López, decano del Departamento de Agentes Biológicos de Facultad de Medicina de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, afirma eso.

Al Dr. López siempre le encantó la idea de curar a las personas y salvar vidas, desde niño, porque sus padres eran médicos rurales. En su carrera tuvo mucha experiencia con pacientes en el área de urgencias, por eso pudo desarrollar un sentimiento y comprensión más profundas de lo que significa el dolor para los pacientes. Con esa base, dijo a e-consulta. com:

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“El tratamiento no siempre es un fármaco. Usted se puede aliviar cambiando una serie de cosas, una serie de conductas. Incluso, puede ser un consejo del doctor al paciente, pero primero se debe entender al enfermo. Cuando amente se siente bien, incluso sin necesidad de una receta”.

Estoy totalmente de acuerdo con esa afirmación. La curación viene como resultado de sentir y expresar el verdadero Amor, que no es determinado por personas, condiciones o situaciones. Lo he experimentado en mi vida y lo he visto en la vida de otras personas.

Otro doctor americano, Larry Dossey, escribió varios libros, uno de ellos con el título Reinventing Medicine [Reinventando la medicina]. En ese libro, Dossey dice que “para entender cómo ocurre la curación en el siglo XXI, tenemos que mirar no solamente a los átomos y las moléculas, sino que también a la conciencia”.

Esos conceptos no son algo nuevo ni inédito. La sanadora metafísica cristiana del siglo XIX, Mary Baker Eddy, ya mencionaba esa posibilidad de obtener la curación sin fármacos y con un cambio de conducta, cuando su consciencia es tocada por el Amor divino. Eddy lo explica en su obra principal, Ciencia y Salud: “Si el Científico … llega a su paciente por medio del Amor divino, la obra sanadora será efectuada en una sola visita, y la enfermedad se desvanecerá en su nada nativa, como el rocío ante el sol de la mañana”.

A veces uno es paciente de sí mismo. Por ejemplo, Cony Chávez, de México, DF, se despertó una mañana con un fuerte dolor en la espalda. Se fue al hospital y le diagnosticaron con lumbalgia crónica. Cuando fue a su trabajo al día siguiente, le dijeron que esa enfermedad era incurable y que debería estar en tratamiento constante. Pero, ella decidió buscar fuerzas y tratarse a sí misma, conociendo más de ese Amor divino. Poco a poco el dolor desapareció por completo.

Si estás tú también buscando algún tipo de curación, primeramente debes saber que, para tener éxito, hay que superar cualquier tipo de miedo que tengas y luego elevar tus pensamientos a zonas más altas y más sagradas de la consciencia divina.

Al sentirte parte de esa consciencia, al confiar en que en todo momento puedes recurrir a la Mente inteligente para saber cómo amarte y cómo verte a ti mismo ya sano, también tú, poco a poco, podrás sentir que la enfermedad se desvanece.

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