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Ya llega el auténtico Robocop

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Su forma se asemeja a la de una gigantesca bala y su aspecto al de un pingüino de metal. Cuenta con paneles dobles de luces a dos tercios de su altura, que se encienden cuando está en funcionamiento y puede operar indefinidamente, ya que periódicamente se recarga a si mismo con energía eléctrica.

Su cuerpo mide 1.5 metros de alto y tiene 80 centímetros de ancho, pesa 136 kilos y, aunque es capaz de alcanzar velocidades más rápidas, se desplaza en circunstancias normales entre 1.5 y 5 kilómetros por hora.

Es el K5, el nuevo robot policía o robocop, capaz de detectar todo lo que sucede a su alrededor y dar la voz de alarma cuando surge una situación potencial o declaradamente delictiva, complementando la labor de los guardias de seguridad de carne y hueso, ayudando y asistiendo a los agentes del orden y acelerando la respuesta a las amenazas a la seguridad pública.

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“Hemos desarrollado una plataforma de tecnología autónoma que fusiona la robótica, el análisis predictivo y el compromiso social de colaboración, para predecir y prevenir el delito”, señala Stacy Dean Stephens, vicepresidente de Marketing y Ventas, de Knightscope

(www.knightscope.com), el fabricante del K5.

“El despliegue de esta plataforma facultará a los sectores público y privado para construir de forma proactiva unas comunidades más fuertes y más seguras y, en última instancia, ahorrar dinero y vidas”, prosigue Stephens, desde la sede de la compañía en Silicon Valley, en Mountain View, California.

Según Stephens las técnicamente denominadas Máquinas de Datos Autónomas (ADMs, por sus siglas en inglés) “son unos robots totalmente autónomos equipados con una serie de sensores que son utilizados para supervisar el entorno y ofrecer una presencia física imponente en aquellos lugares públicos donde se requiere seguridad”.

Patrullando Silicon Valley

“Estas máquinas se comunican a través de una red inalámbrica directamente con el Centro de Operaciones de Seguridad Knightscope (KSOC), mediante una interfaz de usuario basada en un navegador, que permite generar alertas de cualquier actividad inusual o sospechosa en tiempo real “, señala el portavoz de la compañía.

Stephens adelanta que, actualmente, los robots ya están disponibles en estado de preventa para las empresas del área geográfica de Silicon Valley.

Consultado sobre los lugares en que podrían ser más útiles estas máquinas, Stephens señala: “las K5 pueden ser utilizadas en muchas industrias y entornos y, por ejemplo, podrán desplegarse en lugares al aire libre como los campus corporativos, alrededor de los centros de datos y centros comerciales y en cualquier otro lugar donde habitualmente haya estacionados guardias de seguridad privada”.

“Estos robots autónomos permitirán liberar a los seres humanos dedicados a la vigilancia, protección y seguridad de lugares y bienes, de algunas de sus labores para que puedan afrontar otras actividades más estratégicas, mientras que las máquinas manejan las tareas computacionalmente pesadas y, a veces peligrosas o monótonas”, asegura este experto.

“Estamos fabricando nuestras primeros K5, bajo el denominado concepto MaaS (Machine-as-a-Service o “máquina como servicio”) para una primera selección de clientes en el área de Silicon Valley”, señala Stephens.

Según este portavoz el servicio de la versión básica del K5 costará 6.25 dólares estadounidenses por hora y por cada máquina, en despliegues 24/7 (24 horas al día, 7 días a la semana) durante periodos de uno, dos o tres años.

Según sus fabricantes, el K5 recopila, a través de sus sensores y capturas de video omnidireccional, una serie de datos clave en el lugar y momento en que ocurren, los cuales son procesados mediante herramientas informáticas de análisis predictivo.

Seguridad basada en datos

Este procedimiento permite encontrar anomalías que pudieran sugerir una actividad criminal, como por ejemplo determinados gestos agresivos o actividades furtivas, y alertar al instante a las autoridades apropiadas, si se detecta una situación preocupante.

“La información obtenida se cruza y combina con la relativa a los negocios de la zona y otra disponible en bases de datos de fuentes gubernamentales y sociales, para determinar si hay un problema o una amenaza en el área y, si es así, se crea el nivel de alerta correspondiente y se envía una notificación a la comunidad y las autoridades a través de la KSOC”, informan desde la compañía.

“La capacidad de atención humana durante las tareas aburridas y monótonas es de solo 5-10 minutos, mientras que las máquinas equipadas con sensores y cámaras no tienen esa limitación, y pueden permanecer atentas a su entorno y efectuar tareas rutinarias e incluso afrontar a veces situaciones peligrosas”, según indican desde Knightscope.

El robocop de Silicon Valley lleva a bordo sensores de distinto tipo, desde dispositivos LIDAR, que permiten determinar la distancia a un objeto o superficie mediante láser, hasta cámaras de video de alta definición que graban con poca luz, sistemas de reconocimiento automático de matrículas, micrófonos direccionales, sensores de proximidad y posicionamiento mediante GPS.

El K5 asimismo incorpora sensores infrarrojos y otros ambientales, capaces de medir la temperatura, humedad y presión barométrica y los niveles de CO2, según su ficha técnica.

“Esta máquina puede navegar en un entorno con objetos en movimiento, gracias a una tecnología similar a la de los coches autónomos y puede considerarse un conjunto adicional de ojos y oídos inteligentes que ayuda a los profesionales de la seguridad y la aplicación de la ley a hacer su trabajo con mayor eficacia”, según sus creadores.

Desde la empresa barajan varias opciones para evitar que la gente desfigure o dañe esta máquina, como incorporarle señales de alarma cuyo nivel crece a medida que los sensores de proximidad determinan el acercamiento de una persona, y dotarlo de un recubrimiento protector a prueba de vandalismo.

Aunque desde la compañía californiana admiten que no pueden desvelar todos sus secretos, adelantan que los intentos no autorizados de trasladar una máquina, es decir su secuestro, o de manipularla, generaría una alerta roja en el KSOC y una alarma audible de tipo “perforadora de oídos”, mientras los hechos serían grabados en un video de alta definición como evidencia.

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