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Pasantía inspira colaboración en investigación

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sAN DIEGO – Este verano, integrantes de la próxima generación de científicos trabajan en algunos de los mejores salones de clases del condado como parte de un programa de prácticas que reúne a estudiantes de preparatoria e investigadores profesionales.

Tres docenas de estudiantes están matriculados en el Life Science Summer Institute (Instituto de Verano Ciencias de la Vida), una pasantía altamente competitiva de ocho semanas de duración que asigna a los jóvenes con mentores de Salk Institute, el Instituto de Investigación Scripps y la UC San Diego.

“Estoy trabajando con C elegans, unos gusanos muy pequeños”, dijo Kyle DeAlva, estudiante de Eastlake High, sobre su investigación neurológica en el Salk Institute. DeAlva, está estudiando cómo los caenorhabditis elegans en diversas etapas de su desarrollo responden a diferentes olores, y dijo que su interés por la neurobiología se reforzó hace dos años cuando su tío fue diagnosticado con ELA.

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“Vine a un evento escolar de ciencias aquí (en Salk Institute) y vi un laboratorio de neurobiología, y estaban haciendo un trabajo para tratar la ELA, así que decidí solicitar la plaza”, dijo.

Después de que perdió a su tío el 4 de julio, Kyle, dijo que está decidido a trabajar por una cura para la enfermedad.

“Quiero averiguar más sobre vías neurológicas y cómo podemos ayudar a influir y cambiar las cosas para mejorar”, dijo.

Los practicantes en el programa están haciendo trabajo real que adelantará los estudios que se llevan a cabo en Salk, dijo el investigador Ken Diffenderfer.

“Cuando trabajan en esta pasantía, están contribuyendo con algo a la ciencia que hacemos”, dijo.

El programa de prácticas, una colaboración entre el San Diego Workforce Partnership, el Centro de Biotecnología del sur de California en Miramar College y la organización comercial Biocom, fue creado en 2005 para alentar a más estudiantes a continuar carreras en la industria local de ciencias de la vida.

Dona Marston, directora del desarrollo de programas en Salk Institute, dijo que las aplicaciones fueron seleccionadas para crear las mejores parejas de investigadores.

“Estos dos hacen un gran equipo”, dijo sobre Kira Bender, estudiante de Del Norte High School y Mingtang Xie, científico de Salk. Al igual que los otros internos, ella recibe 10 dólares por hora y trabaja 40 horas a la semana en el laboratorio.

Bender, dijo que siempre ha estado interesada en la biología de las plantas, lo que la hizo una buena opción para trabajar con Xie, quien investiga los factores de transcripción – pequeñas moléculas que interactúan con el ADN para regular los genes.

“La escasez de alimentos podría ser un problema más grande en 30 o 40 años, así que como biólogo, quiero mejorar los cultivos para obtener mejores cosechas”, dijo.

Erika Aranguré de la asociación workforce parthership dijo que 300 estudiantes solicitaron las 36 posiciones que hubo este año.

El programa comenzó el 22 de junio con 40 horas de capacitación para el laboratorio tras un entrenamiento en Miramar College y Grossmont College, donde los estudiantes aprendieron protocolos en la preparación de soluciones y se acostumbraron a las técnicas de laboratorio.

“No cubrimos mucho de eso en mi clase regular de biología”, dijo Bender. “En su mayoría acabamos viendo que el profesor lo haga todo. Pero en el campo de entrenamiento, hicimos PCR (reacción en cadena de la polimerasa, una técnica para la copia de ADN). Yo nunca hice eso en el salón de clases. Yo solo leí en un libro de texto”.

Natalie McCarty, estudiante de Poway High, dijo que espera estudiar la biología de células madre en la universidad, y las prácticas le están dando una muestra de ese trabajo.

“Vi las células madre por primera vez”, dijo acerca de su investigación en Salk. “En la escuela, solo podemos ver nuestras células de la piel. Nunca antes había visto células madre reales. Es genial”.

Xie, dijo que uno de sus últimos pasantes es estudiante del primer año en la UC Berkeley y ya practica en un laboratorio. Marston, dijo que típicamente los exbecarios avanzan ante otros estudiantes en la universidad.

“Muchos de ellos terminan trabajando en los laboratorios cuando son estudiantes de primer año en la universidad, lo cual es inusual”, dijo Marston. “La mayoría de los estudiantes no son capaces de entrar en un laboratorio en la universidad hasta su tercer o cuarto año. Y casi todos nuestros estudiantes, que han tratado de entrar en los laboratorios en su primer año, lo hacen por la experiencia que obtuvieron a través del programa”.

A cambio, los mentores dicen los estudiantes los ayudan a hacer trabajo real en el laboratorio e incluso animan el trabajo. Marston, dijo que ha escuchado a los investigadores decir que los estudiantes les ayudan a recordar por qué querían ser científicos.

“Ellos tienen curiosidad”, dijo Xie. “Ellos quieren aprender. Cuando trabajas en algo demasiado tiempo, se te dificulta pensar en cosas nuevas. Pero cuando ellos llegan, están frescos y al principio no saben nada, por lo que hacen preguntas”.

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