Complementos para el piso
Posibilidades ilimitadas
— Si el tapete está al centro de los muebles, deberá colocarse lo más cercano a los sofás y a las sillas.
— Cuando existe suficiente espacio adicional alrededor, se recomienda colocar una alfombrilla grande que abarque todos los muebles.
— En el comedor, el tapete debe permitir sacar las sillas sin que las patas traseras salgan de éste. El tamaño idóneo es un metro y medio más que la mesa en cada dirección.
— Una alfombrilla que encuadre por completo a la cama es la opción ideal para la recámara, pues los bordes sobresalientes protegen los pies al salir de la cama.
En la sala, el comedor o la recámara, los tapetes —piezas decorativas cuyo origen se remonta 2 500 años atrás— le imprimen un toque distintivo al interiorismo, pues su apropiado posicionamiento logra delimitar los espacios de una forma original.
“La dimensión y la proporción del área son primordiales para determinar el tipo de alfombrilla adecuada, ya que, si es demasiado pequeña, se perderá, y si es muy grande, dará la sensación de estar apretada y, por ende, el entorno lucirá reducido”, dijo Juan Francisco Terroba, gerente de marca de The Rug Company México.
Es importante comprobar que las puertas se abran sin entrar en contacto con el tapete a una altura mínima de 1.5 centímetros, si no, el funcionamiento de ambos objetos se dificultará.
“Si el sofá o la silla tiene las patas separadas y un espacio libre por debajo, se recomienda acomodar la alfombrilla a la mitad. Si el mobiliario es muy bajo, tiene una cenefa o tiene patas modernas, necesitará estar completamente dentro o fuera del tapete”.
Además de proporcionar una durabilidad considerable, los tapetes tejidos o anudados a mano pueden ser lavados y reparados infinidad de veces mediante sencillos cuidados, el principal de ellos es evitar cualquier protector contra manchas, pues afectan la calidad de la materia prima y hacen la limpieza más compleja.
De esta forma, un correcto mantenimiento impedirá agentes como el polvo de la casa compuesto por arena, arcilla, carbón, almidones, proteínas, aceites, lodo, hongos y polen.
Agencia Reforma