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Rescatan dulce cultura prehispánica

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Un cachanilla y una zacatecana con 30 años de vivir en Tijuana han adoptado un rincón de la calle segunda desde donde rescatan los sabores prehispánicos de un México que en esta frontera o se desconocen o se añoran.

Un México de chapulines, tlayudas, chocolate caliente preparado en agua, de una bebida refrescante a base de maíz y semillas de cacao llamada tejate -muy común en comunidades mixtecas y zapotecas-. Un México de cajeta, frijoles, mole, canela y chile ancho.

“Queremos contribuir a que resurjan los sabores tradicionales, que se consuman más, que se ofrezcan en escuelas y los conozcan los niños. Ahora están en California descubriendo apenas las propiedades del cacao, de la almendra, del amaranto, y nosotros llevamos siglos comiendo alegrías y dulces con base en esas super-plantas llenas de antioxidantes y nutrientes”, dice José Luis Ascolani, dueño de Casa Cacao, abierta apenas en febrero de este año.

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“Lo vital no es inventar sino recordar y revalorar, darle a conocer al mundo una probadita de México desde aquí, porque viene mucha gente y quizás sea lo único que alcance a conocer”, agrega José Luis, quién con su esposa Rosalina Méndez atiende personalmente el negocio: ésta es su idea de retiro.

El menú gira alrededor del chocolate Mayordomo, franquicia de la chocolatera fundada en 1956 en Tlacolula, Oaxaca y conocido por su calidad y mezclas con nuez, almendra y cacahuate.

El chocolate es mezclado con café orgánico de Veracruz cultivado a 1200 metros de altura servido en café de olla, en un moca mexicano o en una malteada con espresso, otra con cacahuate y helado artesanal de garrafa.

De comer, Rosalina prepara molletes, tlayudas, tamales bañados en mole y de tres quesos.

“En Oaxaca el maíz no es transgénico por una lucha social ejemplar. El maíz es criollo, es distinto y desde allá pedimos las tlayudas porque se nota la diferencia. Igual el pan de yema, se hace en hornos de barro que aquí no existen”, explica José Luis.

Casa Cacao es tienda también de productos regionales como mermeladas, aceite de oliva y piñón.

“Queremos meter más cocina prehispánica inspirada en Frida y Diego, vender escamoles y chicatanas que son las hormigas que salen con la primera lluvia de Oaxaca y se preparan con limón y sal de árbol”, cuenta José Luis.

El proyecto es más que el rescate de los sabores, incluye educar al público, sanar el ambiente.

“En el callejón o Pasaje del Travieso -entre Revolución y Constitucióny entre las calles Segunda y Tercera, en el centro-, aquí enfrente, ha habido dos asaltos desde que llegamos. Está oscuro, es inseguro, la calle está llena de basura y chicles. Cerraron el cyber café de a un lado por ilegal, pero a la vez, es un lugar transitado, céntrico, por donde pasa el transporte público y tenemos acceso a muchos clientes de todos los estratos sociales que vienen por el producto y se llevan un poquito de historia”, dice José Luis decidido.

Es en ese pasaje con edificios de 1930 en el que hoy hay una óptica, dentistas y farmacia y pronto abrirán otro espacio de Casa Cacao, donde estarán los molinos de chocolate y una especie de showroom o museo donde ampliarse.

Ya hablaron con los vecinos para que jóvenes artistas grafiteros de Oaxaca y Tijuana hagan un mural de Frida y Diego a la entrada del pasaje, el comité de turismo está pidiendo alumbrado y los vecinos están entusiasmados de las mejoras.

“Esto es hacer ciudad, hacer lo que nos da alegría y contagiar” dice José Luis sonriente, a punto de preparar otro chocolate.

Casa Cacao

Calle Segunda Sin Número entre Constitución y Revolución, zona Centro

Tel (664)215 6565

Instagram #casacacaotijuana

FB Casa Cacao Tijuana

Abierto de lunes a sábado 8:30 a.m a 8 pm y domingos de 10 am a 6pm

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